En la dieta de los españoles hay mucha sal: el consumo es casi el doble del recomendado por la Organización Mundial de la Salud y esto significa a la larga, un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y tumores. Pero el verdadero culpable no es tanto la sal como el sodio en ésta contenido, una vez absorbido por el proceso de osmosis, atrae el agua presente en los tejidos favoreciendo un aumento de la presión sanguínea, liberando los líquidos de los tejidos y estimulando incluso, la pérdida de calcio causa de osteoporosis. Debemos, por lo tanto, aprender a reducir progresivamente el uso de la sal ya sea en la mesa, ya sea en cocina, quizá usando sal yodada al principio para luego, poder sustituirla del todo. He aquí las alternativas.
EL GOMASIO
Simple y sabroso, hace uso de las propiedades beneficiosas del sésamo para aportar al cuerpo calcio y antioxidantes. Las semillas de sésamo son ricas en vitamina E y ácido fólico. El sodio, en cambio, se encuentra en poquísima cantidad. De origen Japonés, se puede encontrar en las tiendas de alimentación biológica y en herbolarios. Muy indicado para condimentar platos fríos, como ensaladas o incluso calientes como sopas, verduras, legumbres y pescado.
HIERBAS AROMÁTICAS Y ESPECIAS
Ricas en vitaminas y sales minerales, frescas o secas, las especias y las hierbas aromáticas son una panacea para la salud y dan sabor a los platos de forma natural. Se pueden usar también creando una agradable mezcla. Dan sabor a los platos más variados: marinados, menestras, platos a base de carne y pescado. El sentido del gusto estará tan ocupado en saborear los nuevos aromas que olvidará la falta de sal. Por otro lado, estimulan el aparato digestivo, limitando la producción de bacterias y tonificando los órganos internos. Es importante recordar que es mejor utilizarlas frescas, añadirlas a los alimentos en crudo o solo en los últimos instantes de cocción. Pero para sustituir a la sal, deben ser usadas y conservadas de modo adecuado. En primer lugar, si son frescas, deben ser conservadas en recipientes de plástico o cristal y colocadas en la nevera, mientras que si son secas, es preferible la versión entera a la molida o picada, se deben guardar en un recipiente cerrado herméticamente, protegidas de la luz, del calor y de la humedad, por un período no superior a un año.
¿CUÁLES UTILIZAR?
Albahaca, mejorana, orégano, romero, salvia y tomillo se maridan a la perfección con el pescado ya sea al horno o a la plancha. El perejil, por el contrario, rico en vitamina C, está indicado para las patatas hervidas, mientras que el orégano y la albahaca en las ensaladas de tomate o en la salsa de verduras. Semillas de hinojo y eneldo son indicadas para las zanahorias cocidas, la guindilla molida para sopas, ensaladas, verduras y pescados, la ajedrea en los asados o en las ensaladas. Siempre es preferible picadas frescas al momento. Los mix de hierbas frescas son fáciles de preparar, basta lavar y secar las especias y unirlas por el tallo con hilo de cocina.
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