¿No os habéis podido resistir a las ofertas y os encontráis con el carrito de la compra
extra lleno? ¿En casa esperabas familiares pero hay un cambio de programa y a la hora de la cena todos tienen otros planes? No es raro encontrarse con una cantidad industrial de alimentos frescos o ya cocinados, que en ese momento no se pueden consumir.
En estos casos, la congelación es una estrategia eficaz contra los restos que, como explican los expertos, se puede aplicar a casi todos los alimentos. La prohibición solo se aplica a muy pocos, pero se entiende que para preservar su calidad, lo ideal es no dejarlos en el congelador más de 3 meses, un período que, en teoría, puede extenderse hasta 6 con algunas excepciones, como los quesos blandos. Partiendo de los quesos, veamos juntos de cuáles se trata...
Quesos
No todos los tipos aman el congelador: los cremosos corren el riesgo de diluirse. Sin
embargo, los que tienen pasta dura no presentan problemas, sino es la dificultad de cortarlos cuando se congelan en una sola pieza. El truco es guardarlo en bolsas ya rallado o cortado en lonchas.
Mantequilla
No hay problema en congelarla en cubos o trozos si no se puede consumir antes de la fecha
de caducidad.
Leche
Siempre falta cuando se necesita. Nada prohíbe congelarla dentro de un vaso de plástico
(va bien incluso el envase de un yogur) o hacerlo en cubitos, útiles, por ejemplo, para
añadirlos a un té.
Huevos
Atención a no ponerlos en el congelador como están: ¡podría estallar la cáscara! Lo ideal, por tanto, es congelarlos sin cáscara, separando o no la yema de la clara dependiendo del uso previsto. Para tortillas y crepes, por ejemplo, es práctico conservarlos ya "batidos", con la sal o el azúcar ya añadido, indicando fecha y cantidad en el paquete.
Patatas
Luz roja para las frescas, luz verde para las cocinadas, incluyendo el puré de patatas. Para tenerlas siempre listas para el uso, se pueden hervir durante 5 minutos y congelarlas después de haberlas dejado enfriar. Descongelándolas durante la noche, estarán perfectas para meterlas al horno con el asado.
Setas
No solo los níscalos o los boletus: pueden ser congeladas todas las variedades de setas cultivadas. Primero, hay que limpiarlas bien y, después de cortarlas en trozos o rodajas, colocarlas en un plato separadas. Congelarlas así por lo menos durante 2 horas, pasado este tiempo, se pueden poner en una bolsa dentro del congelador.
Especias e hierbas aromáticas
No les gusta la nevera donde se pudren rápidamente. Por el contrario, picadas y congeladas mantienen inalterado su perfume. Lo mismo para el jengibre, que debe ser congelado finamente cortado.
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