Es una infección por hongos que afecta a 3 de cada 4 mujeres. Los síntomas son inconfundibles y aparecen sin previo aviso: un prurito en las partes íntimas externas intenso e insoportable que se acompaña de ardor, dolor, enrojecimiento, descamación de la mucosa y pérdidas blancas de una consistencia similar a la de la leche cuajada. Se trata de la candidiasis, un trastorno que casi todas las mujeres sufren al menos una vez en la vida. Una levadura llamada candida albicans es la responsable de esto. Normalmente vive en la vagina sin causar ningún tipo de problema, pero algunos factores que alteran los delicados equilibrios internos del entorno vaginal favorecen la proliferación de esta levadura que, de ser un "huésped" habitual y bien tolerado, se convierte en un verdadero trastorno.
Numerosas causas
Muchos creen que la candidiasis solo puede contraerse a través de relaciones sexuales sin protección, pero esta es solo una de las causas. Entre las razones más comunes se encuentran los tratamientos con antibióticos o cortisona que duran largos períodos, enfermedades que causan una disminución en el sistema inmunológico, o variaciones hormonales relacionadas con el embarazo. También se puede desencadenar si se usa ropa interior o pantalones muy ajustados, ropa interior de fibra sintética o por utilizar los pantys directamente sin ropa interior. Finalmente, corren el riesgo los que tienen una higiene íntima deficiente o viceversa, los que usan jabones o geles que son demasiado agresivos para la mucosa, es decir, con un pH superior a 5,5.
La terapia es sencilla
La candidiasis es una enfermedad que se cura, pero incluso hoy, por temor o vergüenza, muchas mujeres intentan curarse a sí mismas, con la consecuencia de que además de no curarse, aumentan el riesgo de infección. La terapia correcta consiste en un medicamento antifúngico basado en la nistatina. Puede ser en pastilla para tomar dos veces al día, o en óvulos vaginales para ponerse todas las noches. En ambos casos, el tratamiento dura 4/5 días y permite restaurar el equilibrio correcto de la candida albicans. En cambio, si se prefiere una terapia de medicina natural, se puede usar el aceite esencial de melaleuca (también llamado aceite del té), disolviendo las gotas en agua estéril y lavándose las partes íntimas 2 veces al día con un irrigador durante una semana. Durante el tratamiento es útil para la higiene íntima usar agua tibia mezclada con una cucharadita de bicarbonato: es una ayuda adicional para superar la proliferación de levadura que ha provocado la enfermedad.
La alimentación ayuda
Al mismo tiempo, es importante seguir una dieta "antiinflamatoria", insertando más frutas y verduras frescas en la dieta y en lo referente a las bebidas es necesario beber solo agua mineral natural en grandes cantidades. Además, deben evitarse las relaciones sexuales hasta la curación, para no incurrir en el efecto ping-pong y transmitir la infección también a la pareja.
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