Según los gastroenterólogos de AEGASTRO, los síntomas del síndrome de colon o del intestino irritable se deben a la sensibilidad al gluten. Para algunos sería suficiente cambiar la dieta, pero atención: está prohibido llevar una dieta por sí solo. El gluten causa diversas enfermedades a través de diferentes mecanismos: la celiaquía, que es una enfermedad autoinmune, algunas patologías alérgicas al gluten y al trigo, así como una nueva forma de sensibilidad al gluten no celíaca, que se encuentra en pacientes no celíacos y no alérgicos, al mismo tiempo que la ingesta de harina y gluten. Por esta razón, intentamos verificar una forma más precisa de diagnosticar y definir la última categoría de pacientes que, si se someten a pruebas específicas, no muestran cambios en la química de la sangre o en las biopsias, evaluables en cuanto a la enfermedad celíaca o alergia al trigo. Gracias a los estudios realizados, fue posible comprender que algunos sujetos definidos como afectados por el síndrome del intestino o del colon irritable, cuyos síntomas (diarrea, dolor abdominal, hinchazón) se trataban con medicamentos importantes como antidepresivos, antiirritantes y antipiréticos son en realidad sensibles al gluten. Una cuarta parte de ellos podría beneficiarse de un cambio temporal en la dieta y esto sería un gran beneficio, ya que el paciente ya no debería tomar medicamentos de forma crónica. Qué es el gluten Es un complejo proteico contenido en el trigo blando, trigo duro, espelta, centeno, kamut, cebada y otros cereales menores. Es un ingrediente muy común en la industria alimentaria porque puede dar elasticidad y consistencia al producto final y favorece la fermentación de las masas. Por esta razón, también se encuentra en alimentos que no son pan, pasta, pizza ni galletas. El retrato robot La sensibilidad al gluten puede surgir en cualquier momento de la vida, con más frecuencia resulta positiva al test la población femenina entre 30 y 40 años. Esto puede ser una intolerancia transitoria, o recurrente en el tiempo. Y esta segunda hipótesis es la más acreditada actualmente por la literatura científica. Si uno cree que es sensible al gluten, debe hablar con su médico para descartar otras enfermedades. Es aconsejable someterse a un procedimiento de examen que incluya la exclusión de la enfermedad celíaca y la alergia y posiblemente realizar pruebas de simulación.
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